SOPA CASTELLANA DE AJO CON HUEVO
Estas de tomate y huevo son mis preferidas así que cuando se anima y prepara unas, para mí es cena de fiesta.
Para que de verdad queden ricas, lo ideal es utilizar pan de hogaza, cocida en horno de leña, así que nosotros, cada vez que vamos a León, compramos alguna, la dividimos en trozos y los guardamos en el congelador. Así, podemos darnos el gustazo de comer unas sopas divinas de vez en cuando porque lo que es, con el pan de esta tierra… (no todo lo íbamos a tener bueno, jeje).
Se “migan las sopas”: se corta el pan en rebanadas finas, con un cuchillo bien afilado y se deposita en los platos (o en las cazuelas de barro, si se tienen). En León, todo el mundo tenía su cazuela personal e intrasferible del tamaño correspondiente a su edad.
Para que salgan perfectas, el pan tiene que estar algo duro; "sentado" que dicen por León.
SOPA CASTELLANA DE AJO CON HUEVO
INGREDIENTES para dos personas
- 50g de pan viejo migado
- 2 huevos
- 500ml aproximadamente de agua (esto depende de si gustan caldosas o secas)
- 1 tomate rojo maduro (200g)
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita colmada de pimentón
- Sal gorda
- 4 o 5 cucharadas de aceite de oliva
- Un manojillo de perejil
Lo primero de todo, migamos el pan y lo colocamos en las cazuelas o en los platos para tenerlo preparado.
Ponemos en una cazuela el agua a hervir.
En ese mismo agua, escaldamos el tomate para pelarlo y una vez pelado y troceado, lo introducimos nuevamente en el agua y lo dejamos cocer durante unos minutos.
Mientras el tomate se cuece, preparamos el majado:
Ponemos en un mortero el diente de ajo pelado y partido en trozos, la sal gorda y el pimentón y lo majamos bien.
Añadimos una cucharada de perejil fresco picado.
Agregamos después el aceite y revolvemos bien la mezcla.
Sacamos los trozos de tomate ya cocidos del agua y lo añadimos al mortero. Lo deshacemos y mezclamos con lo anterior.
Volcamos sobre el agua hirviendo el majado, sacando previamente de la cazuela un poco de agua para “rebañar” con ella los restos que quedan en el mortero.
Cuando el caldo hierve de nuevo, cascamos los huevos sobre él y enseguida lo volcamos todo (caldo y huevos) encima del pan previamente preparado.
Dejamos que las sopas se reposen un poco y a la mesa.
Agregamos después el aceite y revolvemos bien la mezcla.
Sacamos los trozos de tomate ya cocidos del agua y lo añadimos al mortero. Lo deshacemos y mezclamos con lo anterior.
Volcamos sobre el agua hirviendo el majado, sacando previamente de la cazuela un poco de agua para “rebañar” con ella los restos que quedan en el mortero.
Cuando el caldo hierve de nuevo, cascamos los huevos sobre él y enseguida lo volcamos todo (caldo y huevos) encima del pan previamente preparado.
Dejamos que las sopas se reposen un poco y a la mesa.
Comentarios
Ami me encantan las sopitas de ajo, asi con un huevo, y con este frio....
Buenisimas.
Imaginación: es verdad, si quieres entrar en calor no hay nada mejor que unas sopas de ajo bien calentitas.
Gracias por vuestro comentario. Un beso
En mi casa solo me gustaban con huevo a mi, pero es que me encanta: cuando la yema parte y se mezcla con el pan... mmmmm!!
Me gusta la idea de mezclar el tomate con el majado. No se me había ocurrido.
Por cierto, son preciosas las cazuelitas.
Besos
Por cierto, aunque el pan no se puede comparar, con chapata tampoco quedan mal.
Un abrazo.
La sopa de ajo a mi también me encanta, yo la preparo de otra forma y también me queda muy buena.
Felicita a Manolo.
Abrazos.
Yo nunca lo he hecho, es mas, casi ni sabia como se hacía, así que te lo copio....je, je...
bsss
Besos.
Tienes un sabroso blog, Te dejo el mio por si te apetece echar unas risas aderezadas con una pizca de mala leche, je, je, je...
http://www.loquemetocaloscojones.blogspot.com/2011/12/feliz-falsedad.html
Feliz año nuevo.