TOMATES CONFITADOS

Tomates confitados

Confitar un alimento consiste en cocinarlo en aceite a baja temperatura y con el recipiente tapado de modo que dicho alimento se cuece con el aceite sin dorarse.
La temperatura del aceite debe situarse entre los 70º y 90º.

Los tomates confitados se conservan estupendamente durante bastantes días en el frigorífico, guardados en recipientes herméticamente cerrados. También podemos congelarlos.

Así pues, si nos decidimos a hacerlos, merece la pena hacer cantidad y guardar algo para otras ocasiones que tengamos prisa y poco tiempo para cocinar.

Quedan muy bien como guarnición de cualquier plato

TOMATES CONFITADOS

INGREDIENTES

Para 4 tomates maduros pero consistentes – 2 cucharadas de aceite – 1 cucharadita de azúcar – sal – tomillo (orégano si gusta más el sabor)

ELABORACIÓN

Lavamos los tomates y los escaldamos en agua hirviendo durante unos segundos con el fin de pelarlos con facilidad.
Una vez pelados, los partimos en dos trozos si son pequeños o en cuatro si son grandes.

Ponemos en una sartén o recipiente amplio unas cucharadas de aceite, colocamos dentro los tomates, los espolvoreamos con un poco de sal y con azúcar, añadimos un poco de tomillo o de orégano, según el gusto, y los ponemos a fuego suave a estofar, moviendo alguna vez y dando la vuelta con mucho cuidado para que no se estropeen.


Cuando estén listos (unos 30 minutos) podemos consumirlos calientes acompañando pescado o carne a la plancha, o fríos acompañando quesos o también en ensalada.

En la página: "Trucos en la cocina" explico el proceso para congelar este tipo de alimentos.

Comentarios